Estaba tranquilamente estudiando cuando de repente ha sonado esta canción en la radio y algo en mi interior se ha movido. Una luz se ha encendido.
Recuerdo a la perfección la primera vez que oí esta canción: estaba en una cafetería de la estación de autobuses de Teruel haciendo deberes de francés. La tele estaba encendida en un canal de música. Estaba sentada de espaldas a ella así que no le prestaba mucha atención, pero entonces la oí.
Mi autobús salió poco después así que aparqué la canción en un rincón de mi mente y continué con los problemas de aquel día. Admito que, aunque la enterré un poco, no la olvidé. Esta mañana cuando la he escuchado en la radio algo en mi interior se ha movido. Una luz se ha encendido. Creo que por fin he entendido algo muy importante. Al menos para mí.
Desde que somos pequeños soñamos con cualquier cosa y cada día con una cosa diferente. Hoy soñamos que somos princesas en busca de nuestro príncipe azul. Mañana soñamos que somos grandes científicas que acaban de descubrir la cura para el cáncer. Y así sucesivamente. Cuando somos niños es algo fácil que llegamos hacer casi sin pensar. El problema es que conforme vamos creciendo nuestros sueños dejan de ser sueños "de niños" y se convierten en sueños "de mayores": soñamos con una casa con chimenea, con un trabajo que nos proporcione un buen salario y un sinfín de cosas más.
Cuando somos pequeños tratamos de que esos sueños se hagan realidad. Nos metemos en el papel de la princesa, nos ponemos un vestido precioso y nos pintamos los labios con el maquillaje de nuestras madres. Jugamos a ser princesas para que nuestro sueño se cumpla. Pero cuando crecemos, simplemente soñamos o ni siquiera eso.
Os invito a que os sentéis cómodamente en vuestro sofá y dediquéis unos minutos a soñar. No importa con qué: con ese coche que acabas de ver, con el puesto de traductora que tanto ansías, con ese chico que tanto te gusta y al que no te atreves a hablarle, con ese libro que nunca llegaste a escribir... Con lo que sea. Eso sí, cuando hayas soñado, levántate y haz que se cumpla. Ese sueño es tan solo una muestra de lo que eres capaz de conseguir. Ese sueño es tan solo el principio de algo grande...
¡No dejes de soñar!
No hay comentarios:
Publicar un comentario